DIÓCESIS DE IBARRA
Vicaría de Evangelización
¿Quienes somos?
La Diócesis de Ibarra es una Iglesia Particular definida por el Código de Derecho Canónico como la porción del pueblo de Dios, circunscrita territorialmente y cuyo cuidado pastoral es encomendado a un Obispo. A las Diócesis se asimilan la Prelatura Territorial, la Abadía Territorial, el Vicariato Apostólico, la Prefectura Apostólica, la Administración Apostólica erigida de manera estable y el ordinariato militar. Órganos fundamentales de la Diócesis son: el Obispo diocesano, que es quien está a cargo de la Diócesis, eventualmente ayudado por Obispos auxiliares o coadjutores; la Curia Diocesana, formada por las personas y los organismos que ayudan al Obispo en el Gobierno; y el Cabildo de Canónigos. Las Diócesis pueden estar repartidas, por motivos organizativos, en Zonas Pastorales y en Vicariatos Foráneos
MISIÓN PERMANENTE
La necesidad más grande que esta nuestra Iglesia diocesana en su caminar tendrá que asumir, será el ayudarnos en pensar y dar forma a la que el Papa llama la "Iglesia en salida". Esta feliz expresión no puede decaer en un simple eslogan siempre más consumido. Más bien, tiene que llegar a establecerse, en el día a día de nuestra vida personal y eclesial, como un auténtico estilo, una forma de vida, de pensamiento y de acción misioneros. Para alcanzar este objetivo, es necesario que juntos recorramos la senda de una conversación personal y pastoral que nos lleve a la superación de aquella "autoreferencialidad", a cuyo peligro también la iglesia se encuentra expuesta.
Historia
De joven Pío IX visitó el continente Americano como Secretario de la legación pontificia en Chile, y conocía la suma dificultad de comunicaciones existente en la región andina. A tal efecto y conocedor de esta iniciativa del Santo Padre, García Moreno en su afán de llevar a fondo y hasta su término la reforma eclesiástica, supo comunicar a todos de que tal medida se presentaba como la más propia y obvia en orden a facilitar la difícil y extensa restauración proyectada.
Las Sedes elegidas fueron Riobamba, IBARRA, y Loja, cuyas secciones venían ya siendo gobernadas por Vicarios particulares.
La Bula de erección de la Diócesis y Obispado de Ibarra fue expedida el 29 de diciembre de 1862, debiendo quedar comprendidas las provincias de Imbabura y Carchi. Recibida la Bula de erección de la nueva Diócesis del Excmo. Sr. Dr. Francisco Tavani delegado Apostólico de la Santa Sede designado ejecutor de las letras apostólicas, subdelega para llevar a cabo la canónica al llmo. Sr. Dr. Dn. José Antonio Riaño desterrado en Quito por el Gobierno de Colombia.
A los tres años de expedida la Bula Pontificia se dio su ejecución y se comenzó la difícil organización de la nueva Diócesis. El 6 de agosto de 1865 el Obispo de Antioquia llmo. Sr. Riaño, previa lectura de la Bula de su Santidad Pío IX por el Secretario de Cámara y Gobierno, Pbro. Dn. Felipe Santiago López, dio por canónicamente erigida la Diócesis de Ibarra.
El Decreto Pontificio no debe ser sino el llenamiento de un vacío, la religión se había propagado de un modo asombroso, la grey católica habíase aumentado considerablemente y era menester una autoridad que la rija directamente y sobre la cual pesará la responsabilidad de los intereses eclesiásticos. La ejecución de lo ordenado en la Bula no tuvo lugar el mismo año de expedida sino transcurridos dos años y cuatro meses.
El Excmo. Sr. Dr. Domingo Antonio Riaño fue el primer Administrador Apostólico de la nueva Diócesis, había emigrado de Colombia, en busca de un asilo contra la persecución religiosa. El 6 de agosto de 1865 asumió su cargo, dedicándose a la organización del Clero y sobre todo de la ardua tarea de la ordenación de parroquias, señalando a cada una sus límites, donde el sacerdote debía ejercer su jurisdicción. El llmo. Sr. Riaño gobernó la Diócesis de Ibarra durante ocho meses en calidad de Administrador Apostólico.
El segundo Administrador Apostólico fue el Excmo. Sr. Dr. Fr. José María de Jesuús Yerovi, el cual fue nombrado el 13 de Octubre de 1865, no duró un año y fue consagrado Obispo de Cidonia y Coadjutor del Obispado de Quito con derecho a sucesión, el 5 de Agosto de 1866.
El tercer Administrador Apostólico fue el Excmo. Sr. Arsenio Andrade, Deán de la Catedral quien continua con la labor eficaz de su antecesor por el corto lapso de casi un año, después fue elegido Obispo de Riobamba, Sacerdote cuya misión fue la de tratar con los ricos y pobres, con sabios e ignorantes, con sanos y enfermos, llamado con razón y justicia “El Atanasio Ecuatoriano”.
